Origen del jamón, ¡Descubre su historia!

El origen del jamón (nuestro producto más emblemático y valorado) se remonta a tiempos inmemorables. Y es que desde hace siglos el cerdo ha formado parte de nuestro patrimonio histórico y de nuestra cultura.

El cerdo ha estado con el hombre desde el principio de su existencia, y ha satisfecho gran cantidad de sus necesidades convirtiéndose en un alimento esencial en cualquier despensa española.

Para muchos pueblos de la historia el jamón era como el vino y el aceite, un producto de trueque con el que comerciar. Pero veamos un poco más en profundidad sus orígenes.

Historia del Jamón

La necesidad de curar la carne para su conservación da lugar al origen del jamón tal y como lo conocemos a día de hoy.

Y es que los cerdos, ya en el inicio de la historia del jamón, se mataban en otoño/invierno, y al no existir otro método de conservación fueron nuestros antecesores los que cayeron en la cuenta de las propiedades de la sal y de que si salaban los productos de la matanza del cerdo estos se podrían conservar durante mucho tiempo pudiendo consumirse durante todo el año.

El jamón y la sociedad Celta

La sociedad Celta dominó nuestra península de los siglos VIII a V a.C. Ésta desarrolló su cultura en torno a la sal, que fue un elemento clave para su expansión política y comercial.

Como ya hemos comentado antes, el empleo de la sal para la conservación de los alimentos fue una de las aplicaciones que rápidamente el pueblo celta explotó.

De esta manera, la elaboración y comercialización del jamón se convirtió en un gran negocio, ya que este producto no era sólo consumido por otras tribus, sino que también fue adquirido por otros pueblos y sociedades de la red comercial que los celtas tenían, como por ejemplo el pueblo romano.

El jamón en el Imperio Romano

Durante la era del Imperio Romano, es dónde encontramos un mayor número de referencias sobre jamón y su historia. Ya en el siglo II a.C. se realizaban salazones conservando la carne de cerdo, en aquel entonces conocida como cecina de cerdo.

La práctica de la matanza estaba institucionalizada. En esta época era el cocinero, que habitualmente era un esclavo que gozaba de grandes influencias, quién se encargaba del sacrificio de los cerdos.

También encontramos referencias de esta época en las que podemos apreciar que se consumían otras partes del cerdo en salazón tales como el lomo, las costillas, el tocino o las cabezas, siendo el jamón la pieza más apreciada del animal y sólo consumida por la élite de la sociedad.

El proceso de salazón de la época era tal y cómo se mantiene haciendo a día de hoy. Además, se sabe que tenían especial atención y cuidado con la climatología de la zona dónde se producían estas piezas, ya que esta era la que definía la duración del periodo de salazón.

El pueblo romano se dedicó durante siglos a la producción de jamón.

origen del jamón

El origen del jamón en la Edad Media

En la Edad Media fueron los conventos y monasterios los encargados de conservar la cultura e historia gastronómica de nuestro país. Los monjes solían criar algunos cerdos para llevar a cabo la matanza y así tener siempre abastecidas sus despensas.

Durante los siglos XII y XIII en nuestro país se vivió la reconquista, avanzando así el territorio desde el norte hacia el sur, permitiendo que la ganadería creciese y se pudieran utilizar un mayor número de praderas y bosques para la alimentación de los cerdos.

Los campesinos empezaron a tener un mayor acceso a la crianza del cerdo, convirtiéndose las matanzas, la fabricación y elaboración de jamones y embutidos en una actividad cada vez más común en aldeas y pueblos.

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