Los «Nudos de la Cuerda» que llevaron el Jamón de Trevélez a Rusia

Pablo “El Ruso” fue un arquitecto que estuvo durante más de una década haciendo vaciados y adquiriendo copias de yeso para la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo y la nobleza Rusa. Pablo Notbeck junto con un acompañante, Eduardo Sorokin, llegó a la ciudad de la Alhambra mandando por el Zar Nicolás I, con la intención de copiar lo mejorcito de la Alhambra y de la pintura granadina, para fundar la ciudad de San Petersburgo y modernizar el Imperio.

Pablo llegó a Granada con la intención de quedarse poco tiempo, pero al final se quedó más de una década trabajando en vaciados y reproducciones de la Alhambra que enviaba a palacios y museos de Rusia.

Además de exportar hasta su país el embrujo de la Alhambra, también se llevaron consigo hasta Rusia el jamón de Trevélez, ya que este par de rusos descubrieron las excelencias del jamón de Trevélez, y además se descubrió que en los envíos que hacían hasta el
Imperio Ruso también iban perniles de pata negra, siendo los primeros en darlos a conocer en tierras rusas.

Dos Rusos en la Ciudad de la Alhambra

Pablo Notbeck y Eduardo Sorokin eran dos jóvenes artistas que llegaron a Granada con la intención de quedarse un corto periodo de tiempo y el objetivo de pintar, dibujar y copiar lo mejor del arte de Granada.

Al final, Notbeck y Sorokin se enamoraron de la ciudad, cosa que no nos extraña nada, y terminaron quedándose once y tres años respectivamente.

El objetivo que tenían los rusos en Granada estaba centrado en mandar copias a escala y tamaño natural de los preciosos rincones de la Alhambra.

Ambos se hicieron particularmente famosos en la ciudad en cuestión de horas por su atrevimiento y simpatía.

El jamón de Trevélez en Rusia

Tertulia «La Cuerda»

“La Cuerda” fue una de las tertulias literario-festiva más famosas y numerosas de la Granada de mediados del siglo XIX. Estaba formada en su mayoría por miembros estables de Granada, pero también por algunos incondicionales que empezaban a viajar y trabajar fuera.

Surgió en el año 1850 cuando un grupo de amigos empezaron a ir juntos a todos sitios, una noche entraron al Teatro Cervantes a ver una obra y como estaba a oscuras iban cogidos de la mano, como una cuerda de presos galeotes. La voz de una mujer dijo “Ahí va la
cuerda” y con La Cuerda se quedó.

Pablo “El Ruso” y Sorokin se implicaron tanto en la sociedad granadina de aquel entonces que llegaron a ser de los principales agitadores y financiadores de “La Cuerda”. Pablo además, se convirtió rápidamente en imprescindible y mano derecha del presidente de la tertulia formando parte de ella junto a literatos y periodistas.

El jamón de Trevélez en Rusia

Embajadores del Jamón de Trevélez

“Los nudos rusos de La Cuerda” descubrieron en poco tiempo lo que era el jamón de Trevélez. La mayoría de las piezas de la época procedían de cerdos de pata negra y cada pieza era elaborada de la manera más artesanal posible, ya que en la época no existía la
producción en términos industriales, es más, la producción se limitaba al ámbito doméstico.

A mediados del siglo XIX empezaron poco a poco las primeras exportaciones de estas piezas hasta los mejores restaurantes. Conocido entonces cómo jamón al estilo de Granada o a la Granadina.

Pablo y Sorokin no sólo se enamoraron de la famosa arquitectura de la Alhambra, sino que también se convirtieron en grandes catadores de jamón. En las cajas que Pablo “El Ruso” preparaba no sólo envíaba yesos y escayolas, sino que también empezó a mandar jamones de muestra para la nobleza rusa y sus protectores de la Academia de San petersburgo, convirtiéndose así en corresponsal del jamón de Trevélez.

El jamón de Trevélez en Rusia

 

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